Palermo respira entre ladrillos rojos y destellos azul medianoche

Por Mairena Suárez

En Interiorisme Réel hablo de ciudades con carácter, de diseño que funciona y de lugares que cuidan los pequeños detalles. Hoy toca Buenos Aires, con Palermo como centro.

Soy Mairena Suárez, arquitecta de interiores con más de veinte años de experiencia, y cada mes comparto ideas, referencias y proyectos que parten de un principio muy simple: el interiorismo tiene que mejorar tu vida.

¿Cómo nació Palermo?

Palermo es un barrio del norte de Buenos Aires que tuvo su boom en los años noventa. Muchos talleres e imprentas se convirtieron en cafés, tiendas y restaurantes. Se respetó lo que ya existía, como las fachadas de ladrillo rojo, los acabados de pinotea (madera de pino con mucha veta, característica por su tono color miel) y las estructuras de hierro.

Es un barrio muy pintoresco donde encontramos distintas zonas: Palermo Soho es ideal para visitarlo de día, mientras que en Palermo Hollywood puedes sentir cómo se vive la movida nocturna argentina; o, si prefieres la naturaleza, puedes perderte por su Jardín Botánico o sus bosques.

¿Qué es lo que más me gusta de Palermo Soho?

Palermo Soho engancha porque es la parte diurna del barrio. Se puede disfrutar de sus calles llenas de árboles y, si te gusta la lectura, te encontrarás con librerías como Libros del Pasaje y Eterna Cadencia, con sus techos altos, la madera, los patios, el silencio… y además puedes parar a picotear algo.

Si quieres inspiración sobre decoración y conocer las últimas tendencias, encontrarás un montón de tiendas. Una apuesta segura es Paul French Gallery o Gavia.

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