top of page

La versatilidad se vive en Pensilvania

Por Monique Sanmiguel

Fotos: Cortesía de USGA, Paramount, Unsplash, Getty Images, Brenda Carpenter, C.Raymond Davis & Sons

ree

Pensilvania refleja una profunda diversidad cultural y administrativa. El estado se organiza en 67 condados, dentro de los cuales las comunidades se agrupan como cities (ciudades), boroughs (villas o pueblos autónomos), y townships (municipios rurales o semiurbanos). Un borough es, por lo general, más pequeño que una ciudad y opera con su propio gobierno local, preservando identidades singulares. Existen 958 boroughs, cada uno con su carácter distintivo, desde aldeas con historia industrial hasta enclaves artísticos restaurados.

ree

Erie

 

A orillas del lago que le da nombre, Erie guarda un equilibrio delicado entre sofisticación costera y encanto marino. Aunque menos conocida que las grandes ciudades del estado, atrae a un público que valora la tranquilidad con comodidades de alto nivel. Las propiedades junto al agua ofrecen retiros exclusivos de verano, mientras que clubes como el Erie Yacht Club se convierten en centros de navegación privada, ideales para quienes encuentran en la vela o en la pesca, una manera de reconectar con la naturaleza.

ree

El faro Presque Isle North Pier Light fue forjado en Francia y reubicado varias veces desde el siglo XIX como símbolo de continuidad y discreta grandeza. Las playas doradas de Presque Isle, sus senderos escénicos y la suave brisa del lago componen un entorno idóneo para quienes buscan desconectar después de una temporada intensa en el circuito social.

ree

Foxburg

 

Oculto en el valle de los ríos Allegheny y Clarion, este borough representa la delicadeza de lo intacto. Con poco más de doscientos de residentes, esta joya es hogar del campo de golf en uso continuo más antiguo de Estados Unidos, el Foxburg Country Club. Fue creado por Joseph Mickle Fox después de viajar a Inglaterra y a Escocia con el equipo All-American Cricket para participar en una serie de partidos en 1874, al finalizar el torneo fue a St. Andrews para apreciar el golf desde la cuna de este deporte. Ahí conoció a Old Tom Morris, 4 veces campeón del Abierto Británico, arquitecto de campos y profesional de golf en St. Andrews. Es por ello que, en Foxburg Country Club se respira la influencia del golfista escocés al jugar entre árboles centenarios y greenes ondulados.

ree

Quienes llegan hasta aquí suelen buscar más que una partida: buscan formar parte de una tradición. El vino artesanal de Foxburg Wine Cellars y el chocolate de Divani Chocolate Boutique complementan la estadía con sabores locales cuidados. Pasear en pontón por los ríos designados como “Wild & Scenic”, cenar a orillas del Allegheny y dormir en residencias boutique convierte la estancia en un encuentro con un estilo de vida que ha resistido a las modas. El acceso por la I-80 permite llegar sin aglomeraciones, y el ritmo pausado del pueblo ofrece tiempo para actividades como kayak, segway o simplemente leer en una veranda con vistas al agua.

ree

Pittsburgh

 

Con un pasado industrial aún visible en su arquitectura, Pittsburgh ha sabido reinventarse con una elegancia contemporánea. Los barrios de Shadyside y Mount Washington albergan hoteles boutique, spas minimalistas y residencias privadas con vistas panorámicas que rivalizan con las de cualquier capital europea.

ree

El Duquesne Incline, aún operativo tras 148 años, ofrece una de las vistas más celebradas de Estados Unidos: los tres ríos confluyendo bajo el skyline metálico. Esta ciudad vibra al ritmo del arte moderno —con el Andy Warhol Museum como epicentro creativo—, del deporte de élite y de una escena gastronómica que no se presta al exceso, sino a la excelencia.

ree

Las embarcaciones privadas navegan por los ríos Monongahela, Allegheny y Ohio como si fueran canales italianos. A pocos minutos del centro, el Oakmont Country Club, de acceso estrictamente restringido, sigue siendo uno de los campos más desafiantes del mundo. Allí, jugar es casi un acto ceremonial reservado a pocos.

ree

Brandywine Valley

 

Las colinas suaves son un manifiesto de discreción estética. Esta región, moldeada por los ritmos tranquilos de la vida rural y el refinamiento silencioso de las familias fundadoras, ofrece un escenario que recuerda a la campiña francesa, pero con una narrativa propia: viñedos independientes, propiedades centenarias, y el legado pictórico de la dinastía Wyeth como telón de fondo.

ree

Los jardines de Longwood, con sus fuentes danzantes y senderos geométricos, ofrecen una imagen digna de una pintura flamenca. Quienes desean una experiencia más inmersiva encuentran en Galer Estate Vineyard la armonía perfecta entre terroir y alta gastronomía. Las degustaciones privadas, dirigidas por un chef formado en Le Cordon Bleu, revelan la complejidad de los varietales cultivados en piedra caliza, acompañados por platos de precisión impecable servidos en antiguas bodegas restauradas.

ree

Filadelfia

 

Filadelfia o “Philly”, es la única ciudad estadounidense reconocida como patrimonio mundial que escapa a los clichés de las grandes urbes. Su distinción no se basa en el exceso, sino en la coherencia. En Rittenhouse Square, uno de los cinco parques originales trazados por William Penn, se concentra una vida urbana de alto nivel donde el arte, la moda y la arquitectura dialogan con una elegancia silenciosa. Distinguidas personalidades han nacido en esta ciudad como: Benjamin Franklin, Grace Kelly, David Rittenhouse, Michael Landon o Richard Gere.

ree

Aquí, los áticos con mayordomo se asoman a copas de árboles centenarios, y las boutiques de alta costura conviven con galerías que representan artistas emergentes con trayectoria museística. La vida social se articula en torno a terrazas con carta de singulares champagnes, clubes literarios discretos y almuerzos en locales como Lacroix, donde cada plato es ejecutado como una pieza de orfebrería comestible.

ree

Devon recibe cada primavera al Devon Horse Show & Country Fair, el evento ecuestre más antiguo de su tipo en Estados Unidos. Desde 1896, generaciones de familias han reservado sus palcos VIP bajo toldos de lino crudo, con servicio de catering a cargo de chefs premiados y listas de invitados que incluyen desde filántropos hasta miembros del cuerpo diplomático.

ree

Para el viajero que ya ha recorrido los confines del planeta, desde villas privadas en el Índico hasta catas en Saint-Émilion, Pensilvania se revela como un santuario inesperado. Un lugar donde lo nuevo no implica lo evidente, y donde el lujo se mide en autenticidad, acceso restringido y el arte de vivir sin ser visto.

ree

Comentarios


bottom of page