El arte de los cuencos

Fotos: Analía Grigoriew

Analía Grigoriew, creadora del método TAVEH® trabaja desde hace cinco años con caballos de alto rendimiento en disciplinas como polo, salto, doma y endurance, ofreciendo acompañamiento terapéutico para optimizar el desempeño en competición, prevenir lesiones y favorecer una recuperación integral. También ha colaborado con ejemplares de La Rural Argentina y con criaderos de criollos y cuarto de milla, donde la exigencia física y la precisión del entrenamiento son constantes.

En una entrevista exclusiva con Sports & Lifestyle, Analía comparte cómo comenzó su investigación en terapia vibracional y cómo convirtió el sonido en un puente entre el cuerpo humano, el alma animal y la energía que los conecta.

La aplicación vibroacústica ha demostrado su eficacia en entornos deportivos de élite. En Argentina, ha trabajado con equipos femeninos de polo, implementando terapias preventivas durante toda la temporada. “El resultado es un binomio más enfocado, tranquilo y con menor riesgo de lesión. La vibración permite que jinete y caballo respiren en el mismo ritmo energético y tengan una mejor comunicación”, explicó.

Fue entonces cuando comprendió que la vibración era especialmente útil en caballos sometidos a altos niveles de estrés, falta de concentración, contracturas o cólicos. Tras la atención veterinaria, los cuencos ayudan a relajar al animal, facilitando el trabajo del profesional y acelerando los procesos de recuperación.

“La terapia vibracional es un complemento ideal para otras prácticas. Siempre hay que trabajar junto al veterinario, el cuidador, el petisero, el entrenador… con todo el equipo”, subraya. “Yo nunca hablo con el jinete ni con el dueño; siempre entrego mis observaciones al veterinario y, entre ambos, definimos el mejor abordaje, porque este método también tiene sus contraindicaciones”.

En 2021, tras los incendios que arrasaron la provincia de Corrientes, Argentina, nació Santa Ana, un proyecto dedicado al bienestar equino mediante la Terapia Vibroacústica Equina y Humana (TAVEH®). En aquel contexto extremo, rodeada de animales afectados por el fuego, el estrés y las lesiones, Grigoriew comprobó que las ondas emitidas por los cuencos ayudaban a estabilizarlos, aliviar el dolor y devolverles la serenidad.

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IG: @santa.ana.arg 

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