Turquía, un puente mágico entre Oriente y Occidente

Fotos: Unsplash & Freepik

Podríamos decir que Turquía es un país que lo tiene todo: Historia, cultura, naturaleza, una gastronomía exquisita y mucho encanto.

Turquía siempre ha sido, desde tiempos inmemoriales, un punto de encuentro entre culturas orientales y occidentales, atesorando una extraordinaria riqueza histórica, cuna de civilizaciones, imperios y leyendas. Estambul

Encontramos Estambul, la antigua Constantinopla, dividida en dos por el estrecho del Bósforo. La ciudad más grande de Turquía nos acoge llena de luz, llena de cultura, de vida frenética, historia y por supuesto de atascos. Estambul es una ciudad vibrante que ofrece a quien pasea por ella el reflejo de siglos de intercambio de civilizaciones, llena de contrastes, al unirse el Oriente con el Occidente, donde lo antiguo y lo moderno se abrazan.

Ninguna visita a la antigua Constantinopla está completa sin un recorrido en barco por el Bósforo, en concreto por el famoso Cuerno de oro, estuario que separa el viejo Estambul del nuevo.  Desde el agua, es posible admirar las vistas idílicas de palacios otomanos, antiguas fortalezas y pintorescos barrios a ambos lados de la ciudad. Una vista diferente, repleta de monumentos. Es un plan ideal para disfrutar del mágico atardecer que ofrece la ciudad, y para conocerla desde otra perspectiva diferente.

Cruzar por el Puente de Gálata - Galata Köprüsü- no puede faltar en el itinerario a la ciudad ya que une al viejo Estambul con la zona más moderna. Decenas de pescadores se reúnen en ambas orillas durante horas en busca del mejor pescado. Creando una vista bucólica. Comer en los restaurantes del puente, en el piso inferior, en pleno Bósforo, se recomienda a todos y particularmente a los sibaritas. Desde el Puente de Gálata se puede subir a bordo del histórico funicular de Tünel para vivir experiencias elevadas y auténticas hacia lo más alto de la Torre Gálata, una de las estructuras más antiguas del mundo, que permite sumergirse en la grandeza de Estambul.

Los barrios de Kadıköy y Balat, están llenos de cafeterías y calles encantadoras. Además, Balat, barrio de moda de Estambul, es famoso por sus casitas de colores, que fueron restauradas por la Unesco después de que el barrio cayera en absoluto abandono. Nişantaşı, por contra de lo tradicional, es el distrito perfecto para los amantes del lujo, con boutiques de diseñadores internacionales y joyerías de alta gama.

Izmir

Es la perla del Egeo, combina el encanto de una ciudad cosmopolita con la riqueza de su herencia histórica. Pasear por el Kordon al atardecer, con el mar acariciando suavemente la costa, es una experiencia que cautiva a quienes buscan serenidad y belleza. La Torre del Reloj es el símbolo de la ciudad que domina la Plaza Konak Meydani, es ahí donde convergen la historia otomana y la modernidad vibrante de Izmir. La Ágora de Esmirna es una antigua plaza de mercado griego y romano, transporta a los visitantes a épocas donde el comercio y la cultura florecían en este puerto estratégico. Muy cerca, el barrio de Alsancak invita a descubrir boutiques exclusivas, cafés con encanto y una vibrante escena cultural que refleja el alma sofisticada de la ciudad.

Capadocia

Ubicada en el corazón de Turquía, Capadocia es un destino de ensueño que parece sacado de un cuento de hadas.

Mucho antes de que el sol aparezca comienza la aventura. Bajo las estrellas y la oscuridad de un cielo que todavía no ha despertado, los globos comienzan a cobrar vida llenándose de llamas que iluminan la madrugada. La emoción empieza a ser palpable. El aire fresco del alba, las ganas y los nervios de lo que está por llegar empiezan a crear una atmósfera mágica. Los globos comienzan a hincharse y elevarse suavemente.

Comienza uno de los vuelos más especiales. El sol, aún tímido empieza a asomarse por el horizonte. El espectáculo se torna aún más fascinante. El cielo se pinta de cientos de colores, incluyendo el magnífico amanecer de estos valles sacados de cuento, y desde las alturas podemos admirar la vasta extensión de Capadocia y sus icónicas chimeneas de hadas. Göreme, si cabe, es mucho más bonito desde el aire. Göcek

Este elegante puerto atrae a la comunidad náutica internacional gracias a sus seis marinas de clase mundial, está ubicado en una bahía donde el Mediterráneo y el mar Egeo se encuentran para ofrecer un refugio a quienes buscan tranquilidad y exclusividad en alta mar.  Alquilar un yate privado, permite explorar calas escondidas y playas inaccesibles por tierra, donde las aguas turquesas acarician arenas doradas. Las travesías al atardecer, con cenas gourmet preparadas a bordo por chefs de renombre, ofrecen un toque de sofisticación mientras el sol se despide en el horizonte. Para quienes buscan sumergirse en la esencia del lujo, una semana navegando entre islas desiertas y puertos encantadores es una experiencia que redefine el significado del descanso. Assos

Es una joya antigua que se alza sobre un volcán extinto a 236 metros sobre el nivel del mar. La ciudad era el hogar del filósofo Aristóteles y alberga el Templo de Atenea, una construcción dórica que ofrece vistas impresionantes al Egeo, especialmente al atardecer. Pasear por la necrópolis y recorrer el ágora, el gimnasio y el teatro al aire libre es una invitación a revivir la grandeza de la civilización antigua. La posibilidad de disfrutar de visitas privadas guiadas por arqueólogos añade un nivel de profundidad y exclusividad a la experiencia.

Turquía, con su diversidad de paisajes, su riqueza histórica y su oferta exclusiva, sigue siendo un destino incomparable para quienes buscan experiencias que trascienden lo convencional. Aquí, el lujo se vive en cada detalle, desde la historia que susurra en sus piedras milenarias hasta la calidez de su gente y la magnificencia de sus paisajes. Click aquí para leer toda la nota