Sofisticado y enigmático escenario de surf

Fotos: Cortesía WSL, Fiji Marriot Resort & Unsplash

Fiyi evoca islas de ensueño y aguas turquesa que han inspirado la imaginación de viajeros privilegiados durante décadas. Este 2025, el archipiélago del Pacífico Sur se convirtió en el epicentro de la élite deportiva internacional al recibir, por primera vez, la gran final del World Surf League Championship Tour.

El Lexus WSL Finals Fiji presentado por Corona Cero, transformó el legendario arrecife de Cloudbreak en un estadio marino regido por la precisión del azar, la fuerza del océano y el talento de los mejores surfistas del planeta.

Coronación de campeones

El lujo de un viaje a Fiyi en esas fechas incluyó presenciar el nacimiento de dos nuevas leyendas. La australiana Molly Picklum, con apenas 22 años, se coronó campeona mundial tras una temporada impecable en la que dominó con frescura y determinación. Su duelo final con Caroline Marks, oro olímpico y campeona del mundo en 2023, se resolvió con una mezcla de potencia y elegancia que dejó a los asistentes con la certeza de estar contemplando el inicio de una era.

En la categoría masculina, el brasileño Yago Dora alcanzó la gloria tras imponerse con maestría a Griffin Colapinto. Su victoria confirma el poder de Brasil como cuna del surf moderno —siete de los últimos once títulos mundiales han sido para surfistas brasileños— y lo coloca en la misma estirpe que Ítalo Ferreira o Gabriel Medina.

Los resorts asociados al campeonato —desde Fiji Marriott Resort Momi Bay hasta el exclusivo Tavarua Island Resort — ofrecieron programas a medida: navegación privada para acceder al line-up, menús diseñados con ingredientes locales por chefs internacionales, ceremonias tradicionales de kava, bebida preparada a base de raíz de piper methysticum, para comprender la espiritualidad de las islas y, por supuesto, acceso preferente a las mejores vistas del torneo.

Glamour más allá de las olas

Lo que distingue a este evento de cualquier otro torneo deportivo es su carácter irrepetible. No fue simplemente una final mundial, sino el primer capítulo de una alianza entre la WSL y las Islas que promete redefinir la geografía emocional del surf.

Aquí el lujo se define precisamente en esa superposición de capas: la emoción deportiva, la exclusividad del entorno, la calidez de sus habitantes y la privacidad absoluta que tanto valora el viajero sofisticado. Practicar golf frente al mar, cabalgar al atardecer, navegar en yates clásicos o disfrutar de retiros de bienestar en resorts de prestigio internacional se integran con naturalidad en la agenda de los visitantes más exigentes. 

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